Buscar asesoramiento técnico y prestar atención a la plantación, manipulación y cosecha de las judías es esencial para entrar en este mercado.
Iniciar el cultivo de café con fines comerciales requiere una serie de precauciones por parte del productor, que van desde la elección del tipo de café más apropiado para la región donde se va a plantar, hasta la atención al manejo y la recolección, de forma que no se ponga en peligro la próxima cosecha.
Buscar un buen asesoramiento técnico, mantener el control de los costes e intentar diferenciar el producto mediante una buena calidad son pasos esenciales para quienes empiezan a invertir en este mercado. A continuación, hemos seleccionado algunas informaciones sobre el tema:
Plantar
Para garantizar la buena calidad del producto, es necesario, en primer lugar, elegir el lugar correcto para la plantación. Evite los terrenos expuestos a fuertes vientos y al frío intenso, ya que el café no resiste bien las bajas temperaturas. Además, prefiera siempre las superficies llanas, ya que los terrenos escarpados pueden dificultar la siembra y la cosecha.
Tipos de café
Para el mercado, los cafés Arábica y Robusta son los más importantes económicamente, ya que son los más cultivados. En el caso del café arábica, se planta en zonas por encima de los 400 m de altitud, es decir, en regiones más altas y con temperaturas suaves. La robusta, en cambio, se desarrolla mejor en zonas de menor altitud y temperaturas más cálidas.
Asesoramiento técnico
Al iniciarse en el mercado de la caficultura, es imprescindible contratar a un asesor técnico, en este caso un Consultor Agronómico. El objetivo de estas empresas es acompañar todas las etapas de implantación y producción de la cultura del café, con la finalidad de establecer un cronograma por medio de manejos y tratamientos culturales adecuados, necesarios para el desarrollo y productividad de la plantación de acuerdo con el ciclo biológico y fase agronómica de la cultura. A continuación se enumeran otras tareas que realizan los servicios de asesoramiento técnico:
Planificación e implantación de nuevas zonas de cultivo;
Interpretación de los análisis de suelos y hojas;
Elaboración del programa de encalado y fertilización;
Control fitosanitario de plagas y enfermedades;
Seguimiento en función de las necesidades de la plantación;
Visitas periódicas e informes sobre las actividades y la gestión.
Gestión y recolección
La cosecha de café tiene lugar durante la estación seca, entre los meses de abril y septiembre. El momento adecuado para la recolección es cuando el fruto alcanza la fase de maduración (cereza). Este período corresponde más o menos a siete meses después de la floración. La característica de madurez se nota cuando el café pasa del color verde al rojo o amarillo, según la calidad del grano.
Al tratarse de un periodo largo, la recolección debe realizarse cuando la mayoría de los frutos estén en la fase de cereza, con al menos un 80% de la planta con frutos maduros. En este caso, el café no debe estar ni verde (conocido como chumbinho), ni en fase de post-maduración (llamado sultana o seco). Estas precauciones son extremadamente importantes, ya que su incumplimiento provocará un gran despilfarro, el desgaste de la plantación y la devaluación del producto.
Rendimiento financiero
Aunque Brasil es conocido como un país que consume mucho café, el grano tiene éxito en todo el mundo. Por lo tanto, quienes decidan invertir en esta cultura pueden pensar en ampliar su negocio también al mercado internacional. Además, el cultivo del café se percibe como uno de los pilares de la economía brasileña, convirtiéndose así en uno de los sectores económicamente más estables.
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Hemos reunido aquí información sobre el mercado del café y lo que hay que saber para entrar en él, pero queremos saber si ya eres productor de café. Cuéntanoslo. Haga clic aquí para que le guste nuestra página en Facebook y síganos en Instagram.
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¡Hasta el próximo post!
Fuente: Instituto Agronómico de Paraná (IAPAR) y Mundo Husqvarna