El compost convierte los residuos orgánicos en abono

Cuanto más pequeños sean los residuos orgánicos, más rápido será el proceso de formación del compost

Cuando hablamos de sostenibilidad, uno de los temas tratados son los residuos y cómo los gestionamos. Tanto en las zonas urbanas como en las rurales, el destino de los residuos suele considerarse inadecuado y, en la mayoría de los casos, no está a la altura del aumento de la producción de residuos. Una de las técnicas que pueden ayudar a reducir la generación de residuos y tener un menor impacto en el medio ambiente es el compostaje, que convierte los restos de comida, las hojas de los árboles, los recortes de hierba y otros residuos orgánicos en abono para la tierra. Este compost puede utilizarse en sistemas agrícolas, aumentando su capacidad de retención de agua, lo que permite controlar la erosión de forma natural.

El compostaje es un proceso que se produce de forma natural, por la acción de hongos y bacterias en la degradación de la materia orgánica, en condiciones ideales de temperatura, aireación y humedad. Además de colaborar en el aprovechamiento de los residuos orgánicos, mejora la estructura del suelo, evita el uso de fertilizantes sintéticos y favorece la reducción de vertederos y escombreras, evitando también que se acerquen animales atraídos por el exceso de materia en descomposición.

En algunos casos, el proceso de compostaje tarda semanas o meses en transformar la materia orgánica en abono. Entre los materiales más utilizados para el compostaje están los recortes de césped, de arbustos y vallas, las malas hierbas y cualquier otro residuo, a menudo desechado en la basura doméstica. Son ricos en nutrientes como el nitrógeno, el potasio y el fósforo -por lo que se convierten en imprescindibles para una buena composición de céspedes y jardines-, además de serrín sin tratar (sin barniz) y hojas secas, ricas en carbono, que evitan la aparición de animales indeseados y malos olores.

Equipo que ayuda a preparar el compost

Cuanto menor sea el tamaño de la materia orgánica utilizada, más rápido será el proceso de descomposición. Por eso, antes de reunir todos estos residuos (incluidos los restos de comida, como verduras, cáscaras y tallos) en un cubo de compostaje, es necesario cortar los recortes de hierba, por ejemplo, en trozos pequeños y finos o incluso triturarlos.

Lo mejor es pasar las hojas dos veces por las cuchillas de la cortadora y para ello hay que utilizar un equipo especializado en trituración. Las recortadoras de cercas vivas, los cortacéspedes, las desbrozadoras e incluso los tractores de césped, que pueden alcanzar arbustos y árboles gracias a su tecnología de dirección, son equipos que pueden ayudar en este proceso.

Para cortar madera, está indicado el uso de motosierras. Aunque en su finca se hagan pequeños cortes en troncos o leña, los restos de madera que quedan en el suelo se pueden utilizar en el compostaje, además de lo que queda al utilizar las podadoras en las ramas.

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