Está cubierta por una piel que envuelve una pulpa dulce, debajo de esta pulpa se encuentran las semillas del fruto. Es importante saber que el 46% del fruto es cáscara o pulpa (epicarpio y mesocarpio).
Implica remover la piel del fruto que se ha dejado secar previamente con toda la pulpa, eliminando todo el residuo del fruto incluyendo la cáscara y la pulpa, estas se remueven antes de pasar a la etapa de secado. Este proceso debe llevarse a cabo el mismo día que se corta el café.
Al iniciar esta fase, es importante verificar la calidad de la cereza en la cosecha, para así evitar la entrada a la despulpadora o trilladora de frutos verdes, agrios o secos. Es importante que revises la máquina y compruebes estas tres cosas antes y durante el proceso:
Al finalizar esto, puedes trasladar los granos a un lugar seco, seleccionando de nuevo el café despulpado y verificando el proceso, observando que no contenga granos verdes y secos.
Este paso es fundamental, en la post cosecha del café. Realizar bien este proceso, garantizará un sabor exquisito en la mesa de quien se sirva.